El aceite de algas puede resultar una excelente fuente de omega 3; en especial, de DHA (ácido docosahexaenoico). Hablamos de un tipo de ácidos grasos esenciales y necesarios para conseguir que el organismo ejecute sus funciones de manera correcta.

Sin embargo, estos nutrientes suelen ser escasos en la mayor parte de las dietas actuales.
Las grasas no solo no son malas para la salud, si no que estos nutrientes son clave para garantizar la producción hormonal, el buen funcionamiento del sistema inmunitario y para que otros muchos procesos fisiológicos que tienen lugar a diario en el medio interno se desarrollen de un modo óptimo.

El DHA es el ácido graso insaturado más abundante en el cerebro (hasta un 35% de la grasa insaturada cerebral) así como la retina.

PRINCIPALES USOS DEL DHA
SALUD MENTAL: apoyo cognitivo en niños, adolescentes y adultos; depresión, bipolar, concentración, aprendizaje, hiperactividad....
SALUD ANTIAGING
SALUD OSTEOMUSCULAR: fibromialgia, síndrome fatiga crónica, artrits reumatoide.
SALUD VISUAL: problemas de retina como degeneración macular, ojos seco...
SOPORTE DEL SISTEMA CARDIONVASCULA: la EFSA ha declarado que el DHA y el EPA ayudan a mantener unos niveles normales de triglicéridos en sangre (a partir de 2 gr al día), una tensión arterial normal (a partir de 3 gr al día) y un funcionamiento normal del corazón a partir de 250 mg al día)
FERTILIDAD MASCULINA
EMBARAZO: apoyo para el desarrollo neurológico
ONCOLOGÍA: actua como coadyuvante inhibiendo la angiogénesis, mejorando el efecto antiinflamatorio de los antiinflamatorios, mejora la función de los tejidos no afectados

MODO DE EMPLEO
El DHA puede tomarse con o sin comida aunque es preferible tomarlo con alimento.
Si tiene problemas para tragar o en niños se puede cortar la punta y vaciar el contenido en algún alimento como yogur de limón, o gazpacho que enmascaran muy bien su sabor.

Una vez ingerido el DHA permanece en el organismo al menos 4-6 semanas, tiempo durante el cual el cuerpo se beneficia de sus efectos.